Oyo cada paso por el tacón
Martillaban en dirección
De su auto pero él
Ocupado quitando el sostén
De su compañera no supo ni si quiera
Que venia su mujer
Adios dijo ella y no alzó la voz
Pero antes le abofeteo
Por aquella escena infiel
El orgullo tapó su dolor detrás de la rabia
Pero ya las lágrimas se echaban a correr
Y un CoRo cantaa
Ya ven uno y uno es igual a tres
Si dos ya no se llevan bien
Siempre habrá un tercero
Para complacer
Y al sol que le toquen el corazón
Bailará sin calcular
Cuanto llanto amargo va dejando atrás
Ayer en un barrio de otra ciudad
Otro caso muy similar
El marido encontró a su amigo y a su gran amor
En mitad de un beso
Se veia el exceso de lujuria y de pasion
Pues bien sobre el muslo de aquella infiel
Se paseaba la mano cruel de la falsa amistad
Y un testigo fue parte y juez
En aquel juzgado
Y con pistola en mano
Se negó a perdonar
Y un CoRo cantaa
Ya ven uno y uno es igual a tres
Si dos ya no se llevan bien
Siempre habrá un tercero
Para complacer
Y al sol que le toquen el corazón
Bailará sin calcular
Cuanto llanto amargo va dejando atrás
Ya ven uno y uno es igual a tres
Si dos ya no se llevan bien
Siempre habrá un tercero
Para complacer
Y al sol que le toquen el corazón
Bailará sin calcular
Cuanto llanto amargo va dejando atrás
Y vuelven a jugar a las escondidas
La Querida y el Don Juan
Ya ven uno y uno es igual a tres
Si dos ya no se llevan bien
Siempre habrá un tercero
Para complacer
Y al sol que le toquen el corazón
Bailará sin calcular
Cuanto llanto amargo va dejando atrás