Vas consumiendo el camino,
vas conociendo el percal,
vuelves desde el caño al coro
y llegas a adivino,
sin examen preescolar.
Hoy conocí una chiquita,
mona o foca daba igual,
sólo salió de su boca...
me llaman la finita
y no soy fina ni ná!
Ya puedes imaginarte
cómo me lo iba a montar,
de no ser porque finita
temprano a su casita
debería regresar.
Está pues la cosa clara
ya no te puedes fiar,
no era fina sino estrecha
y pon otra cerveza
que a la próxima será.