Amaron el amor urgente las bocas saladas por la marejada las costas dañadas por las tempestades en aquella ciudad tan distante del mar. Amaron el amor sereno de nocturnas playas alzaban las faldas y se emborrachaban de felicidad en aquella ciudad sin brillo lunar. Amaron el amor prohibido pues hoy es sabido todo el mundo cuenta que una iba preñada con hambre de luna y otra iba desnuda ávida de mar.
Y fueron quedando marcadas oyendo las risas temblando de frío mirando hacia el río tan lleno de luna y que continúa corriendo hacia el mar. Y fueron corriente abajo rodando en el lecho tragándose el agua flotando con algas arrastrando hojas cargando con flores hasta naufragar. Se fueron volviendo peces volviendo conchas volviendo piedras volviendo arena plateada arena con luna llena cerca del mar.