Amaron el amor urgente
las bocas saladas por la marejada
las costas dañadas por las tempestades
en aquella ciudad tan distante del mar.
Amaron el amor sereno
de nocturnas playas
alzaban las faldas
y se emborrachaban de felicidad
en aquella ciudad sin brillo lunar.
Amaron el amor prohibido
pues hoy es sabido
todo el mundo cuenta
que una iba preñada
con hambre de luna
y otra iba desnuda
ávida de mar.
Y fueron quedando marcadas
oyendo las risas temblando de frío
mirando hacia el río
tan lleno de luna
y que continúa
corriendo hacia el mar.
Y fueron corriente abajo
rodando en el lecho
tragándose el agua
flotando con algas
arrastrando hojas
cargando con flores
hasta naufragar.
Se fueron volviendo peces
volviendo conchas
volviendo piedras
volviendo arena
plateada arena
con luna llena
cerca del mar.