Me invitaste aquella tarde mas o menos a las tres a comer a un excitante restaurante japonés Yo no sé, si fue el ambiente o el refresco que tome o las ganas de besarte que de pronto yo viaje
Y en Japón-pon en Japón me encontré en Japón-pon en Japón te encontré entre los lotos al amanecer el sol naciente solo para ti y el fujiyama blanco despertó de su letargo y nos saludo A Japón-pon, a Japón yo viaje y en Japón-pon, en Japón te encontré
Me temblaban los palillos y se me cayo el arroz me miraste sonriendo y yo te pedí perdón Te conté lo que pasaba no parabas de reír pero yo estaba seguro lo aseguro estuve allí