Estas semanas sin verte me parecieron años tanto te quise besar que me duelen los labios.
Mira que el miedo nos hizo cometer estupideces nos dejo sordos y ciegos tantas veces.
Y un día después de la tormenta cuándo menos piensas sale el sol de tanto sumar pierdes la cuenta porque uno y uno no siempre son dos cuándo menos piensas sale el sol.
Te lloré hasta al extremo de lo que era posible cuándo creí yo que era invencible.
No hay mal que dure cien años ni cuerpo que lo aguante y lo mejor siempre espera adelante.
Y un día después de la tormenta cuándo menos piensas sale el sol de tanto sumar pierdes la cuenta porque uno y uno no siempre son dos cuándo menos piensas sale el sol cuándo menos piensas sale el sol.
Y un día después de la tormenta cuándo menos piensas sale el sol de tanto sumar pierdes la cuenta porque uno y uno no siempre son dos.
Y un día después, y un día después sale el sol.
Y un día después de la tormenta cuándo menos piensas sale el sol de tanto sumar pierdes la cuenta porque uno y uno no siempre son dos cuándo menos piensas sale el sol.