Mientras les pedíamos cualquier deseo
que tuviésemos prohibido pedir.
Aun me veo
subiendo al Everest de tu mirada.
Donde el frío era siempre menos frío,
y el calor era la suma de los dos.
Pero hay locuras que
no tienen vueltra atrás
Y otras locuras que
te hacen avanzar
Aún me duele,
si escucho el dolor
de tu silencio.
Si pienso que siempre
habrá un desierto,
que nos cuesta demasiado atravesar.
He pensado
en todo lo que queda
por amarte
en todo lo que tú nunca sabrías
si esta fue sí,
mi última canción.
Pero hay locuras que
no tienen curación
y otras locuras que
te curan de una vez.
Y siempre, tú
has sido mi orientación,
la armadura de mi corazón,
la locura que me dió la salvación.
La locura que me daba salvación.
La locura que me dará la salvación