Yo la conocí en el drugstore y me dijo 'Hey', '¿sabes que mi escote mide cientoveintitrés?' y yo me quede mudo, me suele suceder cuando lo importante no es hablar sino hacer.
La lleve a un lugar tranquilo y le pregunté: '¿todo lo que está a la vista es tuyo? ¿eh?' y yo me quede bizco cuando ella se quitó el jersey. Desde entonces, chico, ella tiene toda mi fe.
Y, sabes muchacho, no me vas a creer pero es que ella cumple quince a final de mes a su lado parezco un viejo, ya lo sé pero, chico, ella tiene toda mi fe... ... y cientoveintitrés.