Sé que yo he sido en tu vida una mala fortuna que el tropezarte conmigo fue una maldición el tener que soportarme ha de ser una ruina verme tan irresponsable debe dar pavor. Y ahora te oigo llorar en la otra habitación. Verás, nunca aprendí cómo pedir perdón llueve en mi corazón.
Ya sé que soy un desastre y no tengo remedio que hago y digo las cosas que nunca no debo quiero que sepas muy bien que aún borracho otra vez hay un febril rincón de mi loco corazón donde arde un sol por ti.
y aunque estés lejos ahora que lees estas líneas puedes estar bien segura que todo va igual el mismo montón de multas en la papelera y una botella vacía que escondiste mal y esa guitarra que sé que jamás dominaré a entera satisfacción, para hacerte una canción y que ella hable por mí.