Iba en su coche por el camino viejo eran tres le detuvieron le taparon los ojos le apuntaron a la cara no pudo adivinar donde le llevaban tan solo recuerda que le golpeaban.
Vio esa luz, esa luz cegadora sus ojos vendados durante horas le soltaron el rollo su boca sangraba no pudo adivinar de que le acusaban tan solo recuerda que le golpeaban. Eran tres, el recuerda sus caras por la mañana, al acostarse al despertar de madrugada el reo inocente perdió toda esperanza.
A la espera de juicio con abogado de oficio sin poder decir adiós en una cárcel lejana sin poder besar los labios de la chica que amaba.