Era muy poco en la vida tan poco que nada era por no tener no tenía ni vergüenza en la cartera. era un triste aficionado que buscaba la ocasión de tragarse de un bocao más de medio salchichón. Y echándole valentía fue por una vaca blanca que estaba recien paría en campos de Salamanca. No embistas vaca bonita. No embistas por caridad. Que yo solo quiero ordeñarte y nadie lo va a notar. Aquí no hay plaza, ni nombre ni traje, tabaco y oro. Aquí hay un tío con mas hambre que los pavos de Bartolo. Enpisarme no repares, te concedo hasta el perdón. Dame leche, por tu pare. Que yo ya no tengo mare ni quien me dé Palargón. Todas las noches saltaba sin miedo lapalanquera y por no dejar, no dejaba ni un pollo pa Nochebuena. Quizás fuera colorao el tomate que cogió y mordiéndole un costao ni una pipa le dejó. Pero le salió Matías, que estaba con una tranca. Y en niño de Andalucía quedó tieso en Salamanca. Adiós plaza de Sevilla, ya nunca me habrás de ver. Tengo partías seis costillas, la tibia y el peroné. Adiós capote de hule que fuiste mi compañero. Morir en esta pelea es cosa de buen ratero. Ya vestío de alamares no ha de verme la afición. Y como este tío no pare por la gloria de mi madre que se acaba la función. Allí quedó entre las matas ninguno lo vio caer. Nadie rezó tan siquiera ni una homalía por él. Por él ninguna serrana lloró de luto vestía. Y allí el niño se quedó con las costillas partías. Pero en cambio en Trebujena no lo paran de buscar. Por que tiene seis condenas, y hay que aplicarle otra pena por el robo de collar.