Fui un trovador errante sombra por caminos sin alas
Mis riquezas fueron aquellos sitios donde aprendían mis canciones quienes me las mostraban vagabundos alrededor de sus hogueras iluminaciones de cirqueros y perros donde me convertía en una chispa transitoria disuelta en las remotas antífonas que saben las cigarras
Mi patria era la intemperie los acosados campos de clorofila elemental y fauna en eclosión pero también era ceniza miércoles de lloviznas masticando la hogaza sucia y nutritiva que comparte el proscrito ordinario risueño y colosal entre las tibias ocasionales piernas de un cisne amaestrado
Fui un trovador errante y ahora tras el paso del tiempo soy quien enciende las hogueras quien convoca luciérnagas y sabe el nombre de la chispa que salta de la crepitación hacia la noche cometa de un universo diminuto donde mi mano es la de Dios quiero decir la de un colosalmente viejo vagabundo con la mirada puesta en los senderos con la memoria abierta a la única riqueza que le espera
Susurraré mi historia a un trovador errante sombra en busca de almas para que la reparta junto a los fuegos ocasionales tibios que depara el camino a todos quienes sueñan con un cisne salvaje