Yo canto a la chillaneja
si tengo que decir algo
y no tomo la guitarra
por conseguir un aplauso,
yo canto a la diferiencia
que hay de lo cierto a lo falso,
de lo contrario no canto.
Les voy a hablar enseguida
de un caso muy alarmante.
Atención el auditorio que va
a tragarse el purgante
ahora que celebramos
el 18 más galante,
la bandera es un calmante.
Yo paso el mes de septiembre
con el corazón crecido,
de pena y de sentimiento
del ver mi pueblo afligido
y el pueblo amando la patria
y tan mal correspondido.
El emblema por testigo.
En comando es importante
juramento a la bandera
sus palabras me repican
de tricolor las cadenas
con alguaciles armados
en plazas y en alamedas
y al frente de las iglesias.
Los ángeles de la guarda
vinieron de otro planeta.
Porque su mirada turbia
su sangre de mala fiesta
profanos suenan tambores,
clarines y ballonetas.
Dolorosa la retreta.
Afirmo señor ministro que
se murió la verdad.
Hoy día se jura en falso
por puro gusto no más
engañan al inocente
sin ni una necesidad.
Y arriba la libertad.
Ahí pasa el señor vicario
con su palabra bendita.
Podría su santidad
oirme una palabrita
los niños andan con hambre
les dan una medallita
o bien una banderita.
Por eso su señoría
dice el sabio Salomón
hay descontento en el cielo
en Chuquilla, en Concepción.
Ya no florece el copihue
y no canta el picaflor
Centenario de dolor.
Un caballero pudiente
agudo como un puñal
me mira con la mirada
de un poderoso volcán
y con relámpagos de oro
desliza su caridad,
cueca de oro y libertad.
De arriba alumbra la luna
con tan amarga verdad
La vivienda de la Luisa
que espera maternidad
sus gritos llegan al cielo
nadie la habrá de escuchar
en la fiesta nacional.
La Luisa no tiene casa
ni una vela, ni un pañal.
El niño nació en las manos
de la que cantando está
por un reguero de sangre
mañana irá al (?)
cueca amarga nacional.
La fecha más resaltante
la bandera va a flamear.
La Luisa no tiene casa
la parada militar
y si va al parque la Luisa
a dónde va a regresar.
Cueca triste nacional.
Yo soy a la chillaneja
señores para cantar
si yo levanto mi grito
no es tan sólo por gritar
perdóneme el auditorio
si ofende mi caridad.
Cueca larga militar.