Amor mío tu rostro querido, No sabe guardar secretos de amor; Ya me dijo que estoy En la gloria de tu intimidad, No hace falta decir que me quieres No me vuelvas loco con esa verdad No lo digas no me hagas Que lloré de felicidad.
Cuánta envidia se va a despertar, Cuántos ojos nos van a mirar; La alegría de todas mis horas, Prefiero pasarlas en la intimidad, Olvidaba decir que te amo, Con todas las fuerzas que el alma me da; Quien no ha amado que no diga nunca: Que vivió jamás.