Acaricia mi ensuea±o
el suave murmullo
de tu suspirar.
Como rae la vida
si tus ojos negros
me quieren mirar.
Y si es mao el amparo
de tu risa leve
que es como un cantar,
ella aquieta mi herida,
todo, todo se olvida.
El daa que me quieras
la rosa que engalana,
se vestira¡ de fiesta
con su mejor color.
Y al viento las campanas
dira¡n que ya eres maa,
y locas las fontanas
se contara¡n su amor.
La noche que me quieras
desde el azul del cielo,
las estrellas celosas
nos mirara¡n pasar.
Y un rayo misterioso
hara¡ nido en tu pelo,
luciernagas curiosas que vera¡n
que eres mi consuelo.
El daa que me quieras
no habra¡ ma¡s que armonaa.
Sera¡ clara la aurora
y alegre el manantial.
Traera¡ quieta la brisa
rumor de melodaa.
Y nos dara¡n las fuentes
su canto de cristal.
El daa que me quieras
endulzara¡ sus cuerdas
el pa¡jaro cantor.
Florecera¡ la vida
no existira¡ el dolor.