Iba silbando mi trino por una calle cualquiera cuando a un lado del camino me encontr9 con la escalera. Era una escala sencilla de rJstico enmaderado desde la calle amarilla hasta el rojo de un tejado.
WQu9 se ver1 desde el techo? dijo la voz de lo extraAo y sin meditar el trecho le puse af1n al peldaAo. La brisa me acompaAaba en el ascenso del alma y mi camisa volaba junto al sinsonte y la palma.
Mientras m1s ganaba altura la calle me parec=a m1s pequeAa, menos dura como de jugueter=a. Y sucediC de repente que despu9s de alimentarme con la visiCn diferente sClo quedaba bajarme.
Dej9 la altura en su calma dej9 el cielo en su horizonte siguiC batiendo la palma siguiC volando el sinsonte. Me encontr9 con la escalera cuando a un lado del camino por una calle cualquiera iba silbando mi trino.