Algo raro me estaba pasando en el hotel estaba solo tan solo como un hombre a veces debe de estar. Sabía que mi casa estaba lejos lejos, lejos de todo, y faltaba poco para subir otra vez a tocar. Y tal vez tuve ganas de verlos de estar con ustedes y quedé sólo en mi cuarto leyendo de un ave que vuela y no muerde.