A simple vista puedes ver como borrachos en la esquina de algún tango a los jóvenes de ayer. Empilchan bien, usan tupé se besan todo el tiempo y lloran el pasado como vieja en matinee. Miralos, miralos, están tramando algo. Pícaros, pícaros, quizás pretenden entender. Cuídalos, cuídalos, son como inofensivos. ... son nuestros nuevos Dorian Grey. En un remise en SADAIC con sus bronceados de domingos familiares y sus caras de kermesse. Grandes valores de ayer, serán los jóvenes de siempre los eternos los que sales por T.V.