Pierdo mis defensas en los recodos de la angustia. Busco una mirada, cada momento, en todas partes. Mi vida no es de nadie, ni yo le pido a nadie nunca que haga algo que yo mismo tampoco haría sin dudarlo. Y solo sé que no puedo estar; si tú te vas, mi casa voy a quemar. Y ella está tan sola que huye el centro de la calle. Su puerta y su mirada cerradas a canto y a cal. Y sola, sé que no puede estar; y ahora sé que se perderá. Y al final, sólo envidia y ambición; y ya sé que sin buscar no encontraré. Paso al loco de la calle. Paso al ansia de vivir. Mi cuarto es tan pequeño que nunca encuentro sus esquinas. Desde que tu te has ido, se ríe de mí la soledad; te espero en los caminos y te confundo a todas horas. mientras estoy perdido los niños me han dicho que lloras. Y solo sé que no puedo estar; si tú te vas, mi casa voy a quemar. Y al final, sólo envidia y ambición; y ya sé que aunque busque nunca encontraré. Paso al loco de la calle. Paso al ansia de vivir.