En un ranchito apartado Allá en lo alto de la sierra Vivió un hombre muy helado Como si fuera una fiera Siempre bajaba al poblado Sin que la ley lo supiera
Montando un caballo zarco Casi siempre se veía Tal vez buscaba un cariño Que tanta falta le hacia Era la flor más hermosa De hacienda Santa Maria Su sueño más anhelado Por fin se le realizó Y en ancas de su caballo A esa joven se llevó En su formar su familia Y no se le concedió
Tenía cuentas pendientes Con soldados y rurales El gobierno lo buscaba Desde que vivían sus padres Que por su parte deseaba Olvidarse de esos males
Aquella noche de octubre Los soldados lo rodeaban Tal vez pensaba rendirse Y le mataron su amada Hacía estragos con su rifle A todo el que divisaba
Esto les va salir caro Y nunca van a prenderme Yo no les doy ese gusto Jamás podrán fusilarme Con el último cartucho Yo solo voy a matarme