Gracias a la vida que me ha dado tanto. Me dio dos luceros, que cuando los abro, Perfecto distingo lo negro del blanco Y en el alto cielo su fondo estrellado Y en las multitudes el hombre que yo amo.
Gracias a la vida que me ha dado tanto. Me ha dado el oaÂdo que en todo su ancho Graba noche y daÂa, grillos y canarios, Martillos, turbinas, ladridos, chubascos, Y la voz tan tierna de mi bien amado.
Gracias a la vida que me ha dado tanto. Me ha dado el sonido y el abecedario; Con