Cuatrocientos golpes contra la pared Han sido bastantes para aprender A encajar con gracia y caer de pie Esconderlo dentro y llorar después
Por eso cuando dijo que no me quería Apreté los dientes y dije que me iría
1000 pedazos de mi corazón Volaron por toda la habitación
Se ha quedado todo roto por el suelo Uno fue a clavarse en su chaqueta de cuero Los cogí deprisa, me los guardé Por si hacían falta para otra vez En medio de mi pecho quedó un agujero Para que no se viera puse mi sombrero