De niño pensaba que el cielo bajito esperaba por mí y fue despidiéndose siempre más lejos que un día pensé en desistir. Después el ratón de los dientes
y magia cada Navidad, aquel Santa Claus que bajaba sonriente pero nadie le pudo mirar. Habrá que creer, habrá que creer en Cristo, en la paz o en Fidel. Habrá que creer, habrá que creer en algo o en alguien tal vez. Un beso me puso en la boca y dijo soy tuya lo ves después en la prepa pasó por la tropa pero fue mi primera mujer. El patio, la gran ceremonia, la patria la luz tricolor, después la traición de quien roba, deshonra y nos vende el derecho y la voz.