Amanecí descerebrao, solito y empalmao
me vestí rápido no tenía prisa
por atender las llamadas del cartero comercial
tomarme un cafecito con los testigos de jehová
explorar mi aparato genital
sedado por el paro
dejé de estar preocupado por la crisis mundial
y entre comerme una pastilla o disparar me cago en la
y arrasar con todo bisho viviente
elegí, prudente, la opción de la pax.
Así drogado calentito transportado
advertí admirado
la vida sencilla de las margaritas
del descampado aledaño
escuché
la suave canción de las plantas
que sólo necesitan del sol y del agua
metí de una vez los pies en el tiesto
perdida mi esencia animal
quise ser vegetal
vegetal pa los restos.