Y vamos enloqueciendo, abordo de un planeta Que gira como perdido en el abismo indiferente De un espacio hasta siempre Y para todos lados En la locura de la locura en donde nada esta apoyado. En el insignificante punto que me corresponde. De la conquista de mi cielo donde ya no tengo nada En la intocable profundidad de la eterna lnea redonda En donde siempre los pisos se desfondan. En donde el tiempo alcanzar por siempre Y yo sin tiempo para nada En el cruel navo sin las costas del ocano En el afuera mismo desde adentro. En el rumbo fijo sin rumbo En las vueltas sin vueltas Dando tumbos.