Zambita para que canten los humildes de mis pagos, si hay que esperar la esperanza m?s vale esperar cantando.
Nacida de los boliches donde el grito alza su llama, su canci?n de largas lunas sabe la siembra y el agua.
Como un canto de la tierra hay que cantar esta zamba, hermana de los humildes sembradores de esperanza, alzada ra?z de sangre del fondo de la guitarra.
Mi pueblo la canta siempre como si fuera una ausencia la cara hundida en el pecho hasta mirarse la pena.
Un coraz?n de camino desde su canto regresa a despertar el destino que el pueblo en su pecho lleva